Si bien se han dado avances hacia una mayor libertad religiosa en el mundo, no faltan retrocesos, como es el caso de Irak y Venezuela, constata el último informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos. El «Informe Anual 2007 sobre Libertad Religiosa Internacional» se publicó el 14 de septiembre. El informe de 800 páginas cubre el periodo de 12 meses que terminó el 30 de junio de 2007.
Durante la conferencia de prensa de presentación del informe, John V. Hanford III, embajador para la libertad religiosa internacional, afirmó que todavía queda mucho por hacer en cuanto a las libertades de que trata el informe, «puesto que muchos ciudadanos del mundo no gozan de libertad religiosa». Hanford defendió el informe de algunas críticas: «Es importante observar que nuestro compromiso por la libertad religiosa no es un intento de exportar de modo simple la postura norteamericana sobre este tema».
El embajador apuntaba que la libertad religiosa es reconocida como un derecho humano básico por muchos tratados internacionales, una obligación que muchos gobierno eligen ignorar. «Según algunas estimaciones, la mitad de la población mundial vive bajo persecución o graves restricciones de su libertad religiosa», declaraba Hanford.
Durante la conferencia de prensa surgió la cuestión de Irak. El informe mismo admite que la situación turbulenta y la violencia en Irak obstaculizan la capacidad del gobierno de proteger la libertad religiosa. Aunque el gobierno mismo no esté implicada en la persecución religiosa el informe admite que algunas instituciones del estado siguen con la prácticas discriminatorias contra los musulmanes bahabíes y sunníes wahabitas.
Éxodo cristiano
El Departamento de Estado observaba que el número de cristianos en Irak ha sufrido un acusado descenso. El censo oficial realizado en 1987 puso en 1,4 millones el número de cristianos. En contraste, las estimaciones actuales calculan el número de cristianos en menos de un millón. En el periodo de 12 meses analizado por el informe al menos 9 sacerdotes, junto con otros cristianos, han sido raptados por extremistas islámicos.
Los ataques terroristas han hecho que muchas mezquitas, iglesias y otros lugares santos no sean utilizables, añadía el informe, con muchos fieles incapaces de asistir a los servicios religiosos debido a la amenaza de la violencia.
Arabia Saudí es otro país con graves problemas, según el informe. No hay reconocimiento legal de la libertad religiosa y el gobierno sigue poniendo en práctica una interpretación conservadora del Islam sunní. «Varios trabajadores extranjeros y miembros de sus familias han sido arrestado por practicar su fe y deportados», indicaba el informe. Hay, no obstante, algunas señales de mejora, según el Departamento de Estado. El gobierno saudí ha dado algunos pasos para revisar los materiales educativos que atacan a otras religiosas y se han tomado medidas para controlar tanto a los imanes extremistas como las actividades de la policía religiosa, la mutawwa’in.
Sin embargo, el gobierno ha seguido cometiendo abusos contra la libertad religiosa, indicaba el informe, con algunas personas detenidas por practicar culto no público y no musulmán. Ha habido también numerosos informes de abusos de la mutawwa’in contra ciudadanos saudíes y extranjeros.
Restricciones a la conversión
Volviendo a Asia, el informe comentaba que algunos gobiernos estatales y locales en la India limitan la libertad de religión. Existen en algunos estados las así llamadas leyes anti-conversión. Estas leyes colocan barreras a la actividad de las religiones minoritarias que buscan conversos, y favorecen el hinduismo. Cuatro de los 28 estados de la India tienen en vigor leyes de este tipo, y otros dos han preparado legislaciones parecidas que no han entrado todavía en vigor debido a la falta de regulaciones necesarias para poner en práctica las leyes. Lo que el informe denomina «investigación y seguimiento ineficaz de los ataques contra las minorías religiosas» ha llevado a los extremistas religiosos a seguir con las acciones violentas.
Sigue siendo un tema muy sensible el de la conversión de hindúes o miembros de las castas más bajas al cristianismo, añadía el informe. También citaba información de organizaciones religiosas, según la cual ha habido 128 ataques contra cristianos en el 2006.
La situación es peor en el vecino Pakistán, donde el Islam es la religión del estado. El gobierno ha dado algunos pasos el año pasado para mejorar la situación de las minorías religiosas, observaba el informe, pero añadía que sigue habiendo todavía graves problemas. Los problemas van, desde abusos cometidos por la policía contra las minorías religiosas, a legislación discriminatoria y a la falta de actuación de las autoridades contra los extremistas que intimidan a miembros de minorías religiosas. Durante el periodo analizado por el informe, las autoridades arrestaron al menos a 10 cristianos por acusaciones de blasfemia. De hecho, el informe comentaba que la libertad de expresión está sujeta a «razonables» restricciones en interés de la «gloria del Islam», según las leyes del país. Además, sigue habiendo informes de conversiones forzadas de minorías religiosas al Islam. Con la apostasía del Islam clasificada como crimen capital, la víctima forzada a convertirse está prácticamente atrapada.
Tensiones crecientes
Uno de los países donde aumentan los problemas es Venezuela. Según el informe el gobierno hace esfuerzos, motivado por razones políticas, para limitar la influencia de la Iglesia católica y de los grupos misioneros en algunas áreas sociales y políticas. Un ejemplo citado ocurrió en enero de este año, cuando las autoridades anunciaron que retirarían la licencia de emisión a la NCTV, una emisora regional católica. Se alcanzó finalmente un acuerdo que permitió a la emisora seguir de forma parcial con sus actividades. El informe también observaba que el presidente Hugo Chávez se ha implicada en numerosos ataques personales retóricos contra algunos obispos católicos. También ha advertido a los obispos que eviten hacer comentarios sobre temas políticos.
Cuba, que Chávez suele tomar como modelo, sigue sin reconocer la libertad religiosa. Según el informe, algunas personalidades religiosas que criticaron el sistema totalitario del gobierno en sus sermones han sido sometidas a un intenso hostigamiento. Las fuerzas de seguridad siguen llevando a cabo seguimientos de las personas que asisten a las iglesias oficialmente aprobadas y, en general, el gobierno «ha seguido con sus esfuerzos por mantener un fuerte grado de control sobre la religión».
El gobierno ha seguido criticando a la Iglesia católica por su rechazo a registrar las publicaciones de los grupos de iglesia y de laicos. La Conferencia Episcopal Cubana, comentaba el informe, ha indicado que la Iglesia rechaza este registro porque la forzaría a ceder el control al estado en cuanto al contenido y formato de las publicaciones de la Iglesia. A su vez, el estado impide el acceso a la impresión haciendo que sea costoso el equipo o poniendo restricciones a la venta de las publicaciones. Los sacerdotes católicos y el resto del clero han sido capaces de predicar sus sermones sin examen previo de los censores del gobierno, comentaba el informe. En algunos sermones se han expresado críticas que han dado como resultado un «intenso hostigamiento» de las autoridades contra el clero que se considera opuesto al gobierno.
Problemas para las minorías
Según el informe, en Rusia, donde el tema de los derechos humanos ha salido a la palestra en los últimos tiempos, ha mejorado la situación para algunas minorías religiosas. No obstante, sigue habiendo obstáculos debido a las leyes de registro y una combinación de xenofobia, racismo y fanatismo religioso ha llevado a la discriminación de algunos grupos. Esto ha conducido, por ejemplo, a dificultades para adquirir terrenos u obtener permisos para construir lugares de culto. Esto afecta especialmente a las iglesias protestantes y a las religiones no cristianas. El gobierno también utiliza el contraterrorismo para cometer graves violaciones de la libertad religiosa contra la población musulmana, añadía el informe.
Una nota positiva puesta de relieve por el informe es que los violentos ataques de trasfondo racial contra los judíos han disminuido el año pasado. Incluso así, el antisemitismo sigue siendo un grave problema, con informaciones que hablan de graves ataques antisemitas sobre personas y sinagogas.
Aunque ha habido mejoras, el informe deja claro que la libertad religiosa todavía es una carencia grave en muchos países.