El experto en temas islámicos y sacerdote jesuita Samir Khalil Samir, señaló que el acoso que viven los cristianos en tierras musulmanas se debe a la omnipresencia del Islam, una religión que al no estar separada del Estado, exige la implantación de la sharia, ley civil que es impuesta a aquellos que no profesan la fe islámica.
En entrevista con la agencia Fides, el sacerdote explicó que "el Islam es a la vez política y religión, sin posibilidad de separación. Esto lleva consiguientemente a la idea de un Estado islámico", donde a todos se les aplica "la sharia islámica, la ley civil inspirada por el Corán, en los dichos y hechos del Profeta (Mahoma) y de la tradición musulmana de los primeros cuatro siglos".
Durante el diálogo, el P. Samir Khalil, advirtió que la fusión entre religión y política no es la única dificultad que enfrentan los cristianos en países musulmanes, sino también la "omnipresencia del Islam en la vida”diaria.
El sacerdote, quien vivió en Egipto y reside actualmente en el Líbano, relató que en el primero de estos países "dondequiera que vayas oyes la radio que predica y canta el Corán", los niños "aprenden el Libro de memoria", y en las escuelas y los cuarteles el día "comienza con un encuentro de diez minutos para un comentario islámico de la situación, o para narraciones de la historia islámica. Todas las materias de enseñanza hacen referencias al Islam. Algunos cursos históricos lo hacen de manera todavía más insistente".
El además catedrático de la Universidad de San José de Beirut señala que "el Islam influye también sobre las costumbres" más simples. Así, relata que si dos jóvenes caminan de la mano por la calle, "sucede un accidente"; pero "si un cristiano lleva la cruz al cuello, los fundamentalistas se la arrancan, con frecuencia con la fuerza". Añadió que ahora esto sucede menos, "pero sólo porque los cristianos se auto-censuran para prevenir enfrentamientos".
"En la universidad, casi sistemáticamente, los exámenes son en Pascua o en Navidad. Los cristianos pueden tomarse vacaciones esos días, pero, a causa de los exámenes, no pueden dejar la universidad", señaló.
"El Islam es religión, sociedad y política", afirma el sacerdote. Añade que por ejemplo, bajo la influencia de Arabia Saudí, el cine árabe "se hace cada vez más islámico". El P. Samir Khalil explica que esto, y otras influencias culturales del Islam, hace "difícil incluso la respiración para el cristiano".
Asimismo, revela que aunque las Constituciones de los países no dan leyes sobre el acceso al trabajo, la realidad muestra la discriminación que sufren los cristianos al momento de buscar empleo. Señala que para ellos, por ejemplo, está vetado ser ginecólogos o ascender a altos grados militares. "Si busca trabajo, en base al nombre se descubre que uno es cristiano o musulmán, y entonces se dice a los cristianos: 'Lo siento, no tenemos trabajo'. Si llega un musulmán, se encuentra un puesto", relata.
Conversiones religiosas y violencia
Durante la entrevista, el P. Samir Khalil dijo que incluso en países "liberales" como el Líbano "es imposible abandonar el Islam". "Según la enseñanza tradicional islámica, la apostasía es condenada con la pena de muerte, con frecuencia conmutada en cárcel", explicó.
Con respecto a los matrimonios, reveló que si una mujer musulmana se casa con un cristiano "no puede abandonar el Islam". En caso contrario, cuando una cristiana se casa con un musulmán, la ley coránica prevé que ella pueda seguir siendo cristiana, pero sin derecho a heredar. En el caso de los hijos, estos "son oficialmente musulmanes" aunque estén bautizados.
"El Islam es una fuerza asimiladora en sentido único: se estimula el ingreso, pero se impide la salida. En Egipto, los cristianos -al menos el 10 por ciento de la población- para construir una iglesia deben pedir permiso directamente al Presidente de la República, además de otros permisos y condiciones, que se obtienen sólo con gran dificultad", relata.
Con respecto a la violencia, el sacerdote aclara que "atacar ciegamente y a cualquiera no es algo representativo del Islam, pero los principios recordados por Bin Laden crean un vastísimo eco en el mundo islámico". Explica que estos "recuerdan principios tradicionales del Islam enseñados corrientemente. Hay que hacer notar, en efecto, que el terrorismo no es extraño al Islam".
"El terrorismo islámico, o mejor dicho, la violencia islámica, tiene su raíz en el Corán y en la Sunna, es decir, en la práctica del Profeta. Los textos coránicos favorables a la violencia son numerosísimos -yo he contado al menos 75-. Los no violentos son muchos menos y pertenecen al período más antiguo", señala y explica a la vez que en el Islam "rige el principio interpretativo por el que las últimas revelaciones (es decir las más recientes) borran las precedentes".
Finalmente el sacerdote advierte: "Algunos dicen: 'El Islam es sólo violencia', y esto no es verdad. Otros dicen: 'Islam quiere decir sólo tolerancia y paz', pero también es falso".