Intensos enfrentamientos se produjeron en El Cairo el domingo 9 de octubre por la noche entre el ejército y cristianos coptos. Al menos 24 coptos murieron y otros 200 resultaron heridos en los enfrentamientos de ayer entre cristianos y la policía en El Cairo. Los cristianos protestaban contra la destrucción de una iglesia en Assuan, informaron fuentes locales.
Al día siguiente, unos 3.000 civiles se enfrentaron a las fuerzas del orden en el exterior del Hospital Copto de El Cairo. Varios vehículos policiales fueron incendiados por los manifestantes, que se encontraban a la espera del comienzo del funeral en la cercana catedral de Abbasiya por los coptos fallecidos en los choques contra militares en el centro de la capital egipcia.
Además, unas 150 personas resultaron lesionadas en los disturbios afuera del edificio de la televisora estatal, junto al río Nilo.
Se trata de los peores hechos de violencia desde que el ex presidente Hosni Mubarak fue derrocado en febrero pasado.
En el barrio de Hamra -donde es mayor la concentración de habitantes coptos de El Cairo- por razones de seguridad fueron cerradas las escuelas y se recomendó a la población que permanezca en sus casas.
El primer ministro egipcio, Essam Charaf, declaró que Egipto está "en peligro", y aseguró que los hechos de violencia se deben a cuestiones de Estado.
"La nación está en peligro luego de estos eventos", dijo Charaf en un discurso transmitido por la televisión pública.
"Estos hechos nos llevaron para atrás... en lugar de ir para adelante, para construir un Estado moderno sobre sanas bases democrática", agregó.
Los cristianos culpan al consejo militar de Egipto, que ejerce el gobierno interino del país, de ser demasiado condescendiente con los que están detrás de una serie de ataques anticristianos desde la expulsión del presidente Hosni Mubarak en febrero.
La minoría copta en Egipto representa un 10% de los 80 millones de habitantes. En el caótico período de transición y el vacío producido tras el levantamiento de este año, los cristianos están cada vez más preocupados por la manifestación de poder de los islamistas ultraconservadores.
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