Un total de 22 misioneros cristianos fueron arrestados en la India. La policía les acusa de proselitismo y conversiones forzadas. El distrito en el que han tenido lugar los hechos es una fortaleza del nacionalismo hindú mientras que el obispo local denuncia un fuerte clima anticristiano, según informa la agencia AsiaNews.
La policía del estado de Andrea Pradesh, en el sur de India, arrestó el pasado 20 de marzo a 22 misioneros cristianos, acusados de convertir a la población del distrito de Dharwad. La noticia la ha confirmado la policía local.
El arresto se habría producido por la denuncia de los habitantes de la aldea de Bada, que acusan a los misioneros de haber distribuido hojas a favor del cristianismo y contra los dioses del hinduismo, «hechos de papel y sin ningún poder». Según la denuncia, los cristianos habrían ofrecido dinero a quien se convirtiera.
La policía los arrestó y secuestró el material en su posesión. Los agentes declararon que los misioneros «son culpables de haber invitado a la aldea a convertirse para vivir una vida feliz». Los 22 misioneros acabaron ante el juez, que los ha acusado según los artículos 298 (declaraciones que hieren los sentimientos religiosos), 448 (violación de domicilio) y 504 (ofensas intencionadas con el fin de destruir la paz). Tras escuchar las acusaciones, fueron liberados bajo fianza.
Los cristianos locales subrayan sin embargo que la zona es una fortaleza del Rashtriya Swayamsevak Sangh, una formación paramilitar de fundamentalistas nacionalistas hindúes, y que la comunidad hindú local es muy fuerte.
El obispo católico de la diócesis de Karwar, monseñor Derek Fernandes, confirmó una serie de incidentes anticristianos. En noviembre de 2006, dice el prelado, «la puerta de la iglesia de Nuestra Señora del Perpeturo Socorro de Dharwad fue quemada durante la noche. Las autoridades no hicieron nada, y no sabemos si fue obra de fundamentalistas o de vándalos».
El 26 de febrero pasado, la Asociación Cristiana del distrito de Dharwad protestó contra la espiral de violencia que golpea a la minoría cristiana. Tras una marcha de protesta, los cristianos pidieron una intervención del Gobierno contra las «fuerzas fundamentalistas» que desde hace meses atacan a los cristianos.