Todos debemos vivir el espíritu olímpico, pero unos más que otros
Fue George Orwell el que acuñó una frase que se ha hecho paradigmática: todos somos iguales, pero unos más que otros. Aparece en una de sus más conocidas obras, Rebelión en la granja, en que satiriza la revolución bolchevique. Se suele citar para mostrar las contradicciones en que incurren los sistemas basados en el comunismo.
La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París me recordó esta cita. En este acontecimiento hubo dos polémicas, una de ellas que aparece en todos lo medios de comunicación y otra que apenas se ha difundido.


La persecución de los cristianos por motivo de su fe sigue siendo un tema alarmante. Los datos son muy poco esperanzadores. Según el informe anual presentado por la organización Puertas Abiertas el número total de cristianos asesinados fue de 5.621 casos registrados y el número total de iglesias atacadas bajo diferentes niveles de violencia alcanzó las 2.110. En todo el mundo: uno de cada siete cristianos experimenta, al menos, niveles altos de persecución o discriminación; uno de cada cinco en África, dos de cada cinco en Asia y uno de cada quince en América Latina.
El domingo 15 de enero de 2023 estalló un artefacto explosivo en una iglesia de la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo, que causó al menos 17 muertos y una veintena de heridos graves.
En menos de cuatro años, la Iglesia Católica en Nicaragua ha sufrido más de 190 ataques y profanaciones, incluido un incendio en la Catedral de Managua, así como persecución del clero bajo el régimen de Daniel Ortega. Así lo afirma el informe de investigación “Nicaragua: ¿Iglesia perseguida? (2018-2022)” de Martha Patricia Molina Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción.
Cada semana, nigerianos inocentes pierden la vida en atentados terroristas contra lugares de culto, viviendas y medios de transporte, y muchos resultan también heridos o secuestrados. Este pasado fin de semana, otros dos sacerdotes católicos fueron asesinados en ataques separados.