Con motivo de la visita programada para septiembre del Papa Benedicto XVI al Reino Unido, por iniciativa del reverendo Nick Donnelly -diácono permanente de la diócesis de Lancaster y miembro del equipo editorial de The Catholic Voice of Lancaster- se ha creado un sitio web dedicado a contrarrestar los ataques al Papa y a proporcionar información para que los católicos puedan responder debidamente a los incidentes que inciten al odio religioso.
Tal como el reverendo Donnelly lo plantea a los católicos de su país, no se puede guardar silencio ante la información errónea y las mentiras que difunden los enemigos de la Iglesia, los que ven en la libertad y la dignidad de las personas que la Iglesia predica un obstáculo para la realización de sus planes, como los promotores de las ideologías nazi y comunista que en su libro Memoria e Identidad Juan Pablo II las llamó los instrumentos del "mal".
Teniendo los totalitarios como propósito la sujeción de los pueblos a sus decisiones, sin importarles su querer ni su bienestar, siempre terminan atacando a las religiones y a los sistemas que sostienen que la libertad y la dignidad de las personas son derechos inalienables e innegociables, como especialmente lo sostienen los cristianos y los demócratas.
Oportunidad para el mal
Por ello, en este tiempo en el que la globalización económica y las exportaciones "singulares" han facilitado el protagonismo internacional de los totalitarismos emergentes, el hombre -viva donde viva- se ve incurso en un acontecer a nivel mundial en el que, debilitado en sus valores, descubre que las nuevas tecnologías parecen ofrecer más oportunidad al "mal" para someterle a sus propósitos que para defenderse y protegerse de sus agresiones.
En ese estado de las cosas, solo el accionar dirigido a favorecer el fortalecimiento del alma de los pueblos y el rechazo de su desacralización y los comportamientos relativistas, que dan pie a los totalitarios para tratar de coartar la libertad religiosa y obstaculizar el encuentro de la gente con Dios, puede contribuir decisivamente a la superación de esa situación.
Felizmente, ante tan colosal reto en la primera línea de la prédica orientadora ha estado desde el inicio de su Pontificado el Papa Benedicto XVI señalándonos a todos que:
"En nuestro tiempo, en el que en amplias zonas de la tierra la fe está en peligro de apagarse como una llama que no encuentra ya su alimento, la prioridad que está por encima de todas es hacer presente a Dios en este mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios".
Fuente: El Universal, Caracas, 28 de julio de 2010