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El autodenominado estado islámico asesina a 21 cristianos en Libia

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El Ejército de Egipto ha asegurado este lunes 16 de febrero de 2015 haber bombardeado varias posiciones del grupo yihadista Estado Islámico en Libia, horas después de que la formación anunciara la ejecución de 21 egipcios cristianos coptos. En su comunicado, el Ejército ha asegurado que los ataques han tenido como objetivo "varias áreas de entrenamiento y de almacenamiento de armas y municiones en territorio libio", según ha informado la radiotelevisión estatal egipcia, ERTU.

Y es que los 21 coptos secuestrados en Libia a principios de enero a manos de los yihadistas del Estado Islámico (IS), han sido ejecutados después de que un artículo publicado en la web presagiara su ejecución presentándola como una venganza contra la supuesta "violencia" que sufrieron en el pasado unas mujeres musulmanas en Egipto por culpa de la Iglesia copta.

Esa noticia delirante fue publicada en "Dabiq", la revista oficial del Estado Islámico online, que publicaba además las fotos de los secuestrados vestidos con monos naranjas y mantenidos como rehenes por enmascarados armados, retratos en poses y situaciones que evocan imágenes de otros ya ejecutados por los asesinos yihadistas.

Mujer musulmana
Mujer musulmana

"En este momento –afirmó entonces a la Agencia Fides Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto católico de Guizeh– todos los hombres de buena voluntad deben orar por nuestros hermanos secuestrados en Libia, cualquiera que sea su destino. Se debe sobre todo evitar caer en la trampa de los yihadistas. Esos hombres han sido secuestrados porque son egipcios. Luego, visto que son coptos, los yihadistas lo utilizan en sus argumentos grotescos y ridículos, como los que hacen referencia a las Cruzadas, para fomentar reflejos condicionados y enmascarar con algunos argumentos pseudo-ideológicos su sangrienta barbarie. La reacción a todo esto debe ser unificada, y hacer referencia al sentido de humanidad que nos une a todos, ante esta abominación. Su diseño pretende dividirnos y ponernos unos contra otros: cristianos contra musulmanes, musulmanes pacifistas y 'herejes' contra musulmanes 'auténticos', suníes contra chiíes, creyentes contra ateos. Y todos nosotros no tenemos que dar pretextos para sus delirios".

La noticia de la múltiple ejecución se ha sabido después de que Estado Islámico haya publicado este domingo un supuesto nuevo vídeo donde se muestra la decapitación de 21 cristianos egipcios secuestrados en Sirte (Libia).

En las imágenes aparecen milicianos vestidos de negro que acompañan a los secuestrados por la orilla de una playa. Los rehenes llevan un mono de color naranja y son obligados a arrodillarse antes de ser decapitados.

La pieza está titulada "Un mensaje con sangre para el pueblo de la cruz", dura cinco minutos y ha sido publicada en una cuenta de Twitter afín a Estado Islámico, ha sido recogida por SITE, una organización especializada en la identificación de vídeos yihadistas.

Este vídeo va dirigido a los "seguidores de la hostil iglesia egipcia" en referencia a los cristianos coptos del país norteafricano, muchos de los cuales han viajado a Siria durante los cuatro últimos años en busca de empleo tras la revolución de 2011. Antes de efectuar los asesinatos, uno de los milicianos se dirige a la cámara para provocar a los espectadores. "La seguridad de vuestros cruzados no es más que una ilusión", asegura.

La historia de Kayla Jean Mueller: “Entreguen su dolor a Dios”

Las ejecuciones del Estado Islámico ha dejado historias como la de la activista Kayla Jean Mueller secuestrada desde agosto de 2013 por el Estado Islámico (ISIS), que antes de morir envió una conmovedora carta a su familia, asegurando que “al final lo único que realmente se tiene es a Dios”.

Kayla, nacida en Prescott, estado de Arizona (Estados Unidos), tenía 26 años al momento de su muerte. Trabajó en diversas organizaciones caritativas en diferentes partes del mundo, en África, América y Medio Oriente. Viajaba de Aleppo (Siria) a Turquía, como parte de su trabajo de asistencia a los refugiados del Estado Islámico, cuando fue secuestrada por los extremistas musulmanes.

El 10 de enero de este año, el gobierno de Estados Unidos confirmó la muerte de Kayla.

En un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó a ISIS como un “grupo terrorista odioso y aborrecible, cuyas acciones están en marcado contraste al espíritu de las personas como Kayla”.

Al comenzar su carta, Kayla Jean Mueller trató de tranquilizar a su familia, indicándoles que “estoy en un lugar seguro, completamente ilesa, saludable (de hecho subí de peso); he sido tratada con el máximo respeto + amabilidad”.

“Quería escribirle a todos una carta bien pensada (pero no sabía si mis compañeros de celda se irían en los próximos días o los meses siguientes restringiendo mi tiempo). Solo podía escribir la carta un párrafo a la vez, solo pensar en todos ustedes me produce un mar de lágrimas”, les indicó.

En su misiva, Kayla recordó que “mamá siempre me decía que en definitiva al final lo único que realmente se tiene es a Dios”.

Me he rendido ante nuestro creador porque literalmente no había nadie más + Por Dios + Por sus oraciones me he sentido tiernamente acunada en la caída libre. Se me ha mostrado en la oscuridad, la luz”, escribió.

La joven voluntaria aseguró que “he aprendido que incluso en la prisión, uno puede ser libre. Estoy agradecida. He llegado a ver que hay algo bueno en cada situación, a veces solo tenemos que buscarlo”.

“Rezo cada día para que si de nada más, hayan sentido una cierta cercanía + se rindan ante Dios también + hayan formado lazos de amor + se apoyen los unos a los otros”.

La joven aseguró a sus familiares que “los extraño a todos como si hubiera sido una década de separación forzada”.

Además, pidió a su familia que no asuman como un deber las negociaciones por su liberación. “Si hay alguna otra opción tómenla, incluso si demora más tiempo”, les indicó. “Esto nunca debe convertirse en su carga”, señaló.

Kayla indicó que “ninguno de nosotros podría haber sabido que sería tanto tiempo, pero sepan que estoy también luchando por mi parte en las formas que soy capaz + tengo mucho de lucha aún dentro de mí”. “No me estoy quebrando + no me rendiré no importa cuánto tiempo tome”, señaló.

Al finalizar su carta, Kayla pidió a sus familiares que “por favor sean pacientes, entreguen su dolor a Dios. Sé que quisieran que permanezca fuerte. Eso es exactamente lo que estoy haciendo”.

“No teman por mí, sigan rezando como yo lo haré + por la voluntad de Dios estaremos juntos pronto. Todo mi todo, Kayla”, concluyó.

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