Habiba Kouider contiene la respiración desde hace una semana. Sin embargo, todavía tendrá que esperar para saber si ser cristiana en Argelia puede llevarla a la cárcel. Ayer, la comunidad cristiana en su conjunto esperaba también con preocupación el desenlace del juicio de esta mujer de 36 años acusada de "práctica no autorizada de un culto no musulmán". El Tribunal Correccional de Tiaret, al noroeste del país, ha aplazado su veredicto a la espera de "informaciones complementarias", pero la acusada podría cumplir tres años de prisión si se cumple la petición del fiscal.
El pasado 29 de marzo, Habiba Kouider, convertida al cristianismo hace cuatro años, fue detenida por unos gendarmes en el autobús que la conducía de Orán a su domicilio en Tiaret. Estos descubrieron en su poder una docena de ejemplares de la Biblia. Habiba fue inmediatamente arrestada y puesta en prisión provisional. El fiscal de Tiaret no aceptó de buen grado su religión:«O la mezquita. o el tribunal», la amenazó. La mujer vio claro que si aceptaba volver a ser musulmana, su expediente sería archivado.
Habiba Kouider sufrió la misma abogado defensor, pues ninguno en Tiaret quería ocuparse del caso. Fue Khelloudja Khalfoun, una abogada acostumbrada a los juicios complicados -defendió a los alborotadores de la «primavera negra» de Cabilia contra las fuerzas de seguridad- quien aceptó, finalmente, defenderla.
El juicio, que tuvo lugar el pasado 20 de mayo, se desarrolló en un ambiente «de inquisición», como lo denunciaron inmediatamente las asociaciones argelinas de defensa de los Derechos Humanos. ¿Te hicieron beber el agua que te conducirá directa al paraíso?, le preguntó el juez para saber si había sido bautizada.
Habiba Kouider fue acusada de «práctica no autorizada de un culto no musulmán», pero el fiscal quería también demostrar que era culpable de proselitismo, prohibido por una ley aprobada el 28 de febrero de 2006. Así, le preguntó: «¿Qué hizo usted con la docena de ejemplares de dicho libro? Lo distribuyó en su entorno, ¿no es cierto? ¿Predica usted el cristianismo?l»
Para la abogada Khelloudja Khalfoun, la acusación de proselitismo no se sostiene. «Nosotros no juzgamos las intenciones, sino los hechosl», expuso ante el Tribunal. «Cuando mi cliente fue detenida, no estaba predicando ni distribuía biblias; sólo estaba sentada en un autobús que la llevaba a su casal», añadió.
Fuente: Diario El Mundo, Madrid 28 de mayo de 2008