Un sacerdote y al menos otras 15 personas murieron, ayer 1 de mayo, durante el ataque por parte de hombres armados a la iglesia católica de Nuestra Señora de Fátima, en Bangui, República Centroafricana, durante la celebración de la misa.
El sacerdote asesinado en la iglesia, Albert Toungoumale Baba, no era el párroco de Nuestra Señora de Fátima, sino un sacerdote centroafricano (uno de los más antiguos de la diócesis de Bangui), que estaba allí para la celebración como capellán del movimiento Fraternité Saint Joseph”.
Los incidentes se desencadenaron cuando las fuerzas de seguridad detuvieron un vehículo que transportaba a Moussa Empereur, miembro de una milicia de autodefensa del PK5. Al tratar de escapar del arresto, fue herido por los militares. Sus hombres atacaron a las fuerzas de seguridad y desataron la violencia contra civiles.
Un grupo armado atacó la parroquia mientras el padre Albert Toungoumale-Baba y algunos fieles celebraban la misa con motivo del aniversario de San José y arrojaron granadas de mano a los fieles. Además de las 16 víctimas, también hay alrededor de un centenar de heridos.
"Estábamos en plena misa en la iglesia esta mañana. Los criminales acorralaron la iglesia y comenzaron a disparar con armas y granadas. Diez personas murieron en el lugar, incluido el P. Albert Toungoumale Baba. Hay muchos heridos de bala y por la explosión de las granadas", dijo Signey Yamalé, un fiel de la parroquia testigo de los hechos.
No es la primera vez que esta iglesia sufre un atentado sangriento, ya fue atacada el 28 de mayo de 2014, cuando fueron asesinados 18 fieles.
El ataque desencadenó una ola de actos violentos y represalias en la capital centroafricana, que provocaron un número indeterminado de muertos y heridos.
La República Centroafricana vive un complicado proceso de transición desde que en 2013 los rebeldes Séléka derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria entre musulmanes y cristianos que causó miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares.