El jueves 31 de mayo de 2007 terroristas islámicos, probablemente chiíes, se apoderaron del convento de las religiosas caldeas del Sagrado Corazón en Bagdad. La noticia la ha difundido la agencia del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME), AsiaNews, a través de fuentes de la capital iraquí que están en contacto con las religiosas.
El convento Ángel Rafael se encuentra en la zona Al Mikanik, en el martirizado barrio de Dora, al sur de Bagdad, donde tiene lugar desde hace meses una auténtica «limpieza religiosa» de cristianos. Las únicas dos religiosas que aún vivían en el convento cuentan que los terroristas entraron en el edificio en su ausencia. Al regresar a casa encontraron el convento saqueado y transformado en una base para operaciones militares.
«Según fuentes anónimas, con toda probabilidad, los responsables son chiíes; estos últimos están siguiendo a los suníes en la campaña contra los cristianos», refiere AsiaNews. El ataque al convento «podría ser también una respuesta a la condena que lanzó el patriarca caldeo, Su Beatitud Emmanuel III Delly, contra el atentado a la mezquita suní de Abdul Qader Al Dilani», que tuvo lugar el 28 de mayo en la capital, afirman fuentes de la agencia del PIME.
Haces dos días, la agencia «AINA» publicó en árabe y en inglés el texto de una carta firmada por el Ejército de al-Mahdi, la milicia del líder radical Muqtada al-Sadr, en la que ordena a las mujeres cristianas que se cubran con el velo. Un portavoz de esta organización rechazó tener relación con esta carta, pero los sacerdotes dristianos afirman que la situación es “muy preocupante”.
A causa de la trágica condición de los cristianos en Irak el viernes 1 de junio se inauguró el Sínodo de la Iglesia caldea en la ciudad de Al Qosh, a 25 kilómetros de Mosul. Uno de sus principales asuntos será la seguridad de los cristianos caldeos. Mañana se espera al Nuncio vaticano, Mons. Francis Chullikat, en Erbil, en Kurdistán.