Varios miles de personas marcharon en manifestación en la Plaza de los Santos Apóstoles, ubicada en el centro de Roma, "contra el éxodo y la persecución de los cristianos en Oriente Medio y por la libertad religiosa en el mundo", secundando una iniciativa del subdirector del diario Corriere della Sera, el ensayista ítalo-egipcio Magdi Allam. El arzobispo argentino Leonardo Sandri, actual prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, apoyó la manifestación y expresó su deseo de que tenga "resultados positivos para la Tierra Santa, Irak e Irán, y para que los cristianos de esos lugares no se vean obligados a huir de sus países".
La marcha, que se realizó el 4 de julio de 2007, también contó con el apoyo de numerosos obispos italianos, entre ellos el cardenal Camillo Ruini, Vicario del Papa para la diócesis de Roma y hasta hace poco presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Por su parte, el obispo auxiliar de Bagdad (Irak), monseñor Shlemon Warduni, indicó que "en nombre de todos los perseguidos por la fe les digo gracias. Les pedimos sensibilizar el mundo político, religioso y toda la opinión pública sobre la suerte de los cristianos perseguidos y que sigan haciéndolo en el futuro".
Magdi Allam, el promotor de la manifestación, expresó que "estamos aquí reunidos personas de buena voluntad que, al margen de su propia nacionalidad o religión, se sienten unidas por el imperativo de afirmar y defender el derecho a la libertad religiosa de todos en todas partes del mundo".
El ex ministro italiano, Rocco Buttiglione, comentó que "la libertad religiosa es el corazón de toda libertad y por primera vez se pone ante de la opinión pública el hecho que los cristianos son perseguidos". Con respecto al secuestro del padre Giancarlo Bossi en Filipinas, Buttiglione dijo que "la opinión pública no se ha movilizado como en otras ocasiones. ¿El gobierno actuará igualmente sin la presión de la opinión pública? Tal vez sí, tal vez no, pero es inaceptable el sistema de los dos pesos y de las dos medidas hacia los cristianos".
"Negar la libertad religiosa, que es la más alta expresión de la libertad, es una barbarie inaceptable. El que estemos aquí miembros de distintas religiones es un estupendo ejemplo y una espléndida señal", declaró a su turno el ex Primer Ministro Silvio Berlusconi, quien también asistió a la manifestación.
Por su parte, el gran rabino de Roma, Ricardo Di Segni, comentó que "estar aquí es para nosotros un imperativo moral porque cuando una minoría religiosa o una comunidad perseguida se manifiesta por sus derechos entonces se convierte también en nuestro deber".
Fuente: agencia Aica, 12 de julio de 2007